domingo, 21 de agosto de 2011

Lo dicho.(:

Y un día, de repente, apareces. Apareces en mi vida, claro, porque en el mundo ya llevas unos cuantos años. Y haces que me sienta bien. Haces que me sienta especial. Haces que me sienta especialmente bien. Ni te quiero, ni me quieres, pero nos queremos. Es extraño, muy extraño, los dos sabemos lo que sentimos y ninguno lo decimos. Quizás sea el miedo. El miedo al amor, a amar, a que te amen. ¿Qué te parece si nos despedimos del miedo, si le obligamos a hacer las maletas, le acompañamos a la estación del tren y nos quedamos observando como se va lejos, muy lejos de aquí? Sinceramente creo que es una de las mejores ideas que he tenido y quiero ver si funciona, contigo.

1 comentario:

  1. Me encanta tu blog, y con esta entrada me siento especialmente identificada! (:
    Te sigo guapa, un besazo!

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